El pasado viernes 25 de abril tuvo lugar un Coffee Break con Emprendedores en el Vivero de Empresas de Villaverde. En esta ocasión el invitado fue Jorge Servert, fundador y CEO de la empresa de ingeniería y medio ambiente Trabajos Técnicos y Científicos (TTC) (http://www.redttc.com).
Jorge es también, es académico de la Universidad Politécnica de Madrid, miembro de la STA (Solar Technology Advisors) y presidente español del Centro Chino-Español para la Promoción de Energías Renovables.
TTC es un empresa con fuerte presencia internacional, trabajando en países como China, Uzbekistán, o Chile. Como principales clientes cuenta con Aena, Renfe, Emgrisa, Indra y Sacyr, entre otros.
Empezar
Jorge Servert explica una situación que le resultará conocida a más de un emprendedor: «Cuando monté mi primera empresa, me preguntaban qué hacía que no estaba trabajando para otro».
Un consejo que da Jorge para los que empiezan en el emprendimiento es tener unas previsiones realistas: «No conozco ninguna empresa que haya ganado dinero en el primer año, tened esto en cuenta».
Conseguir contratos
Preguntado por los asistentes al Coffee Break por una recomendación para conseguir contratos con clientes grandes, Jorge Servert responde que «la clave es tu red de contactos personales».
Y ante la pregunta de cómo consiguió los primeros contratos, su respuesta es que «trabajábamos casi gratis. Preguntaba al cliente: ¿cuanto gano?».
¿Debe el emprendedor ser amante del riesgo?
Muchas personas opinan que la afición por el riesgo forma parte de la naturaleza del emprendedor. No es el caso de Jorge Servert, quien piensa que «para que tu empresa funcione debes tener aversión al riesgo. Y tener cuidado con el excesivo apalancamiento»
Y ante la pregunta de si alguna vez pasó miedo emprendiendo, responde: «No. Por mi aversión al riesgo siempre tenía los huevos en diferentes cestas».
Jorge aclara que «no emprendí porque me guste el riesgo, sino por lo contrario: prefiero que mis proyectos estén en mis propias manos».
Para terminar el Coffee Break, Jorge Servert dejó escrito en una ventana un deseo para los emprendedores del Vivero de Villaverde: «¡Animo!».
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