- En este resumen se comparten los 6 desafíos más comunes que toda startup atraviesa a la hora de crecer
El emprendimiento es un proceso de negocio en auge que avanza notablemente en los últimos años. Cada vez hay más personas que prefieren trabajar por cuenta propia y desarrollar su propia empresa de tal manera que impulsan la economía de su región o, incluso de su país, y promueven su crecimiento económico.
Sin embargo, el camino de las compañías emergentes presenta numerosos desafíos en sus distintas fases. En este resumen se comparten los 6 desafíos más comunes que toda startup atraviesa a la hora de crecer:
La búsqueda de financiación
El factor económico es crucial para que una entidad pueda desarrollarse. Cuando se tiene una sólida estructura financiera hay muchas más posibilidades de que la empresa emergente se mantenga y, llegado el caso, pueda expandirse y crecer.
Considerando que el acceso limitado al capital es ocasionado en muchos casos por falta de fondos propios o de garantías para obtener préstamos, puede ser muy interesante explorar otras alternativas como el crowdfunding (financiación colectiva), el capital de riesgo (financiar una empresa que está naciendo sin garantías de retorno del dinero que se le preste), el crowdlending (préstamos entre particulares sin que intervenga una institución financiera tradicional) o las subvenciones y ayudas gubernamentales.
El talento especializado
Tanto contar con talento especializado como saber gestionarlo puede suponer un punto de inflexión en algunos equipos a la hora de crecer.
A este respecto, es fundamental que la plantilla del proyecto esté motivada además de cualificada ya que, de esa forma, le será más sencillo sentirse parte de éste y asumir sus objetivos, entendiendo el funcionamiento por el que se rige la entidad.
La competencia del product market fit
Ganar visibilidad y tracción en el mercado también puede implicar competir de forma directa con otras empresas del sector que ya estén establecidas y cuenten con más recursos y experiencia.
Es por eso que las empresas de reciente creación deben estudiar el mercado y sus agentes antes de entrar en él y, una vez dentro, saber adaptarse a las demandas del mismo, destacar y captar potenciales clientes, inversores u otros agentes que formen parte de sus métricas deseables.
Los contactos y las buenas relaciones
Deben ser sólidos y confiables, fundamentalmente aquellas que sean con clientes, proveedores e inversores. Esta red de personas debe ser cuidada para que, garantizando un buen flujo de comunicación y soporte con ellas, puedan ser de utilidad y, llegado el caso, servir de enlace y abrir nuevas colaboraciones con terceras personas o entidades que aporten un valor añadido al proyecto.
La escalabilidad
El aumento de la producción y la satisfacción de la demanda del mercado implica optimizar los recursos y los procesos internos de la compañía. Consiste en dotar al negocio de una capacidad de crecer de forma exponencial mientras que los gastos siguen un incremento lineal.
Mediante una estructura interna bien organizada y planificada se pueden evitar muchos problemas operativos, además de facilitar una garantía de calidad del producto o servicio que salvaguarde la buena reputación de la empresa.
La gestión del riesgo
Por último, para que un negocio emergente sobreviva, debe tener en cuenta las posibilidades de incertidumbre que puedan afectar a su desarrollo.
Al identificar y planificar posibles riesgos y otros factores externos a la empresa, será más probable que ésta sea viable a largo plazo, ya que se habrán tenido en cuenta para poder combatirlos o reducirlos y que la startup pueda salir airosa y seguir su expansión y desarrollo, reduciendo los contratiempos todo lo posible.