Julio Rodríguez en los últimos 17 años ha sido socio director de Avanda Consultores, liderando numerosas jornadas formativas en más de 100 empresas nacionales e internacionales y escuelas de negocio. Ha implantado programas de mentoring, siendo actualmente director de la red de mentoring de España, donde crean programas formales con un pool de más de 500 mentores.
Nos dio dos definiciones de qué es el mentoring, una más formal, como una práctica mediante la cual dos personas se comprometen durante un tiempo determinado a compartir experiencias, vivencias, visiones, con un propósito, ayudar al mentorizado y otra menos formal, como una práctica que acelera el aprendizaje.
Nos explicó que el concepto del mentoring viene de la Odisea de Homero. Cuando Ulises se va a la guerra deja a Telémaco, su hijo, con Mentor, para que con su experiencia y sabiduría ayudara y guiara a Telémaco a tomar buenas decisiones. Cuando vuelve, se encuentra el reino destruido y al preguntarle a Mentor qué ha ocurrido, le contesta que él le ha dicho, le ha guiado, le ha asesorado, pero que las decisiones las tomaba Telémaco. Esto es un punto importante del mentoring, las decisiones al final siempre son de parte del mentorizado.
Como emprendedor empezó creando Avanda. El primer año vendió un solo proyecto de dos días de formación a Walt Disney. Pero continúo perseverando en su idea y poco a poco fue facturando cada vez más para ahora después de 20 años, seguir, como dice él, en este régimen de autónomo que le acompaña casi toda su vida profesional.
Aconseja a los emprendedores a tener mucha tolerancia a la frustración. “Se pone mucho esfuerzo, trabajo, dinero y cuesta que todo esto produzca sus frutos, por ello, esas ideas, el plan de negocio, lo primero y antes de todo, hay que testearlo en la calle, visitar a muchos clientes, ver como responden, en definitiva, saber si se puede vender o no. Dedicar muchas horas a vender. Lo más importante, saber a quién vamos a vender nuestro producto o servicio. Pongamos a prueba nuestra idea”.
El objetivo de cualquier emprendedor es facturar, encontrar clientes, echarle gasolina a tu proyecto para que pueda seguir adelante. Hay que hacerse una pregunta, “si no facturo cuánto tiempo puedo seguir adelante”.
El mentoring se divide en cuatro procesos:
- Selección y captación de los participantes
- Matching o cruces entre el mentor/mentores y el mentorizado/mentorizados
- Relación
- Evaluación
Tras su exposición, Julio compartió un café con los asistentes disfrutando de un rato muy agradable con todos los que asistieron a este Coffee Break tan interesante.
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