- Existen tres tipos de administradores que son los más comunes: administrador único, solidario y mancomunado
La elección del tipo de administrador de una empresa es un aspecto crucial que puede influir en el desarrollo de la actividad y en el éxito obtenido. Tres de las opciones más comunes son el administrador único, el solidario o el mancomunado.
Cada uno de estos tipos tiene sus propias características, ventajas e inconvenientes.
Administrador único
- Todas las funciones que se requieren las realiza la misma persona.
- A su vez, en ella recae la capacidad para representar a la compañía frente a terceros y asumir derechos y obligaciones de gestión en nombre de la empresa.
- Este tipo también asume todas aquellas cargas fiscales, así como las posibles sanciones que pudieran producirse.
Administrador solidario
- Pueden nombrarse varios administradores solidarios.
- En este caso, cualquiera de ellos puede desempeñar sus funciones de manera independiente.
- Cada uno dispone de la autoridad para poder realizar cualquier contratación o firma en nombre de la entidad que administra.
- Este tipo también es el responsable de todas las actividades en materia laboral, económica o mercantil.
- Esta figura es nombrada por la junta de socios de la empresa.
Administrador mancomunado
- En este caso, la gestión y representación de la empresa recae en varios administradores, pero con la particularidad de que sus acciones deben ser conjuntas.
- Cada uno tiene responsabilidades específicas y no puede actuar de manera independiente en la toma de decisiones, teniendo que concurrir la firma de todos.
La elección entre administrador único, solidario o mancomunado dependerá del tamaño, estructura y objetivos específicos de la empresa en cuestión, así como de las preferencias y habilidades de quienes asumen los roles directivos.