El pasado día 16 de noviembre se celebró en el Paraninfo del Edificio A de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid , la VI Edición de los Premios Emprendedor Universitario de esta universidad.
Estos premios tienen como objetivo detectar y respaldar las iniciativas emprendedoras que surgen en el entorno de la universidad, así como potenciar la innovación en la sociedad.
En todas las propuestas se buscaba la originalidad y un carácter innovador, que el mercado objetivo sea de alto potencial, ventajas competitivas frente a la competencia y un alto nivel de implicación con el desarrollo del proyecto.
Los participantes presentaron sus candidaturas a tres modalidades en las que, además de los criterios generales, también se valoraban otros más específicos:
- Modalidad 1: “Premio a ideas emprendedoras”, en la que se prestaba especial atención a su función social.
- Modalidad 2: “Premios a proyectos empresariales”, donde se analizaba específicamente su modelo de negocio, proyección internacional, potencial para crear empleo, su escalabilidad, y la estructura y calidad del plan de empresa.
- Modalidad 3: “Premio a proyectos de base tecnológica”.
La Dirección General de Comercio y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid ha colaborado una edición más, mediante la concesión de uno de los premios englobados a la modalidad 2.
El proyecto CHARGY resultó ganador, como proyecto empresarial más viable, con más interés por constituirse, más innovador y creativo, por lo que disfrutará de un despacho en la Red de viveros con un periodo de carencia en el pago del precio público hasta los 3.000 primeros euros.
Concha Díaz de Villegas, fue la encargada de ofrecer este premio a los jóvenes emprendedores y no desaprovechó la oportunidad para destacar cómo la diversidad y el enfoque social están influyendo de forma cada vez más generalizada el panorama emprendedor.
CHARGY es un producto innovador que consiste en un dispositivo que te permite cargar los smartphones, contestando a tres preguntas sencillas sobre los gustos de los consumidores de los espacios donde se instale este sencillo mecanismo, bien sean restaurantes, aeropuertos, oficinas, etc.